sábado, 15 de enero de 2011

La técnica de las Afirmaciones o el Poder de la Palabra

"1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres." (Juan, Capítulo I).

Si hay algo que caracteriza y diferencia a los seres humanos del resto de las especies que habitan nuestro planeta es la capacidad del habla.  Pero de lo que normalmente no solemos ser conscientes es del PODER DE LA PALABRA, por eso considero interesante hace una reflexión sobre este tema por si a alguien puede servirle de ayuda, que es la única utilidad de este blog (he descubierto que hay quien me lee: Gracias, gracias, mil gracias.) 

La palabra no es sino la expresión física de nuestro pensamiento.  Esto es, la Palabra es la materialización de la Mente y es la base del principio metafísico:  "Lo que piensas se manifiesta".  

La PNL o Programación Neurolingüística se basa en este hecho.  Médicos como Deepak Chopra, reconocido autor de Libros de autoayuda y crecimiento personal;  Psicólogos de reconocido prestigio como Helen Schucman o William Thetford, autores de "Un Curso de Milagros"; escritores como Louise Hay,  Eckhart Tolle, Osho o tantos otros, han recogido una tradición metafísica que ya expusieron autores como Conny Mendez y esprítus elevados como Saint Germain o Hermes Trimegisto y está recogido en todos los Libros Sagrados.

Lo más "curioso" es que ahora la Neurología está realizando estudios científicos en los que demuestran los efectos fisiológicos en el desarrollo cerebral de las palabras - en este caso negativos - que pueden producirse a causa de las agresiones verbales.  Por ejemplo:

http://www.boston.com/bostonglobe/ideas/articles/2010/11/28/inside_the_bullied_brain/

Para quien no hable inglés, el estudio viene a decir que existen efectos fisiológicos visibles en el cerebro de las personas que han sufrido "bulling" o agresiones verbales durante su infancia o adolescencia y que éstos efectos son los mismos que los que presentan las personas que han sufrido agresiones físicas, o lo que es igual:  "tan dañino, física y neuronalmente hablando, resulta pegarle a alguien con un palo que insultarlo verbalmente."

Esto queda también reflejado en los estudios sobre la  "plasticidad cerebral" o "plasticidad neuronal" que es la propiedad que emerge de la naturaleza y funcionamiento de las neuronas cuando éstas establecen comunicación, y que modula la percepción de los estímulos con el medio, tanto los que entran como los que salen.  Esta dinámica deja una huella al tiempo que modifica la eficacia de la transferencia de la información a nivel de los elementos más finos del sistema.  Dichas huellas son los elementos de la construcción de la cosmovisión, en donde lo anterior modifica la percepción de lo siguiente, o también una neurona plástica.  (Definición sacada de la Wikipedia).


Las cosmovisiones son el conjunto de procesos mentales que conforman la imagen o figura general del mundo que tiene una persona, época o cultura, a partir de la cual interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente.  El término "cosmovisión" es una creación del filósofo alemán Wilheim Dilthey, miembro de la escuela hermenéutica, que sostenía  que la experiencia vital estaba fundada - no sólo intelectual, sino también emocional y moralmente - en el conjunto de principios de la sociedad y la cultura que se había formado.  O lo que es lo mismo, el conjunto de pensamientos o "creaciones mentales" que adquirimos y elaboramos durante nuestro aprendizaje y experiencias.  Una cosmovisión serían una serie de principios comunes que inspirarían teorías o modelos en todos los niveles:  una idea de la estructura del mundo, que crea un marco o paradigma para las restantes ideas.  Lo que nos lleva a la interesante consecuencia de que:  si cambiamos una idea, cambiaremos el paradigma y con ello la estructura del mundo.

La cuestión principal radica en que estas cosmovisiones están basadas en la percepción  y LA PERCEPCIÓN ES IRREAL  (aquello de la "cueva" de Platón).

La percepción es el mundo del tiempo, de los cambios, de los comienzos y de los finales.  Se basa en interpretaciones y no en hechos.  Es un mundo de nacimientos y muertes, basado en nuestra creencia en la escasez, en la pérdida, en la separación y en la muerte.  Es un mundo que aprendemos, en vez de algo que se nos da;  es selectivo en cuanto al énfasis perceptual, inestable en su modo de operar e inexacto en sus interpretaciones.

Sin embargo, el CONOCIMIENTO ES REAL, es la Verdad y está regido por una sola Ley:  la Ley del Amor o Dios.  La verdad es inalterable, eterna, inequívoca.  Es posible no reconocerla, pero es imposible cambiarla.  La verdad está más allá del aprendizaje porque está más allá del tiempo y de todo proceso.  No tiene opuestos, ni principio, ni fin.  Simplemente ES. (De Un Curso de Milagros).




Lo anterior sería la base teórica del funcionamiento de la TÉCNICA DE LAS AFIRMACIONES, esto es, PODEMOS UTILIZAR EL PODER DE LA PALABRA PARA CAMBIAR NUESTRA PERCEPCIÓN EN BASE A NUESTRO CONOCIMIENTO Y CON ELLO NUESTRA REALIDAD.

La técnica es bien simple:  primero, tenemos que reconocer qué es aquello que deseamos cambiar, lo que está basado en nuestra percepción irreal, puesto que como ya dije LA VIDA ES PERFECTA en sí mismadespués, tenemos que formular esta idea en forma de frase, por ejemplo:  "me siento infeliz" o "estoy gordo" o "no aguanto a mi jefe" o "soy un inútil" o "no tengo dinero".

Lo siguiente es la transformación de esta idea basándose en EL CONOCIMIENTO, mediante una nueva frase que deberá realizarse siempre EN PRESENTE, EN AFIRMATIVO Y CON EL VERBO SER. (Recuerda que cuando Jehová se "define" en el Antiguo Testamento dice:  "YO SOY EL QUE SOY" y "JESUS LES DIJO:  YO SOY"  (Libro de Juan Capitulo 8)), por tanto,  LA VERDAD ES:
  • Yo soy feliz
  • Yo soy (estoy) en mi peso perfecto.
  • Yo soy comprendido, apreciado por mi jefe y estoy libre de ira hacia él. 
  • Yo soy útil.
  • Yo soy rico porque tengo todo lo que necesito
Por último, REPETIR la frase como un Mantra:  escribirla, imaginarla, pegarla con posits por la casa, visualizarla cada vez que venga a nuestra mente.

Y comprobar cómo:  transforma nuestra mente y nuestra realidad:  despierta en nosotros nuevas ideas más conformes con el conocimiento y con nuestra auténtica realidad.

"Es bueno controlar la mente: difícil de dominar, voluble y tendente a posarse allí donde le place. Una mente controlada conduce a la felicidad." (Enseñanzas de Buda). 


"Y Jesús les dijo:  Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida."

Y TU, AMIGO MÍO, ERES.

jueves, 13 de enero de 2011

La enfermedad del deseo

Los cuatro principios del Budismo, como todos los mensajes de la divinidad, son una realidad intemporal en la existencia humana:
1.-  El sufrimiento existe.
2.-  El sufrimiento surge del apego al deseo.
3.-  El sufrimiento cesa cuando el apego al deseo cesa.
4.-  La liberación del sufrimiento es posible mediante la práctica del noble camino óctuple.

El noble camino óctuple se compone de tres cualidades:  Sabiduría, Moralidad y Meditación que han de impregnar ocho esferas del comportamiento humano:  visión correcta, pensamiento correcto, habla correcta, acción correcta, existencia correcta, esfuerzo correcto, atención correcta y contemplación correcta.  Y que Jesús el Christo, vino a resumir de forma perfecta:  EL AMOR.

Parece mentira que hace más de dos mil años se pudiera resumir de una forma tan perfecta el sufrimiento, la enfermedad, y la forma de recuperar la salud. 

Si aplicamos esta visión a nuestras vidas nos damos cuenta, sobre todo después de una época como el hiperconsumismo de la Navidad y las Rebajas, cómo la sociedad de consumo en la que vivimos nos aboca irremediablemente al sufrimiento, al deseo constantemente insatisfecho, a la creación de nuevas necesidades y dependencias para satisfacer a los mercados y no para hacernos más felices, ni mejores personas, ni más sanos, ni más sabios, que es todo lo que se supone que hemos venido a aprender aquí.

La enfermedad del deseo es la pandemia de nuestra sociedad:  nos han educado no para aceptarnos a nosotros mismos, sino para desear parecernos a otros:  otros más guapos, más listos, más famosos, más ricos, más poderosos, ... Pero lo ÚNICO que nos falta es AMOR:  deseamos estar más delgados no por estar más sanos sino para tener la figura de la modelo de turno y ser más deseados por gente que, en realidad, no nos importa;  deseamos ser más ricos no por tener cubiertas nuestras necesidades de forma adecuada sino para tener más que los demás y presumir de ello; deseamos un trabajo con más éxito no para pasar más tiempo con nuestra familia sino para tener más cosas y con ello agradar a más gente.  

Si examinamos nuestros deseos con objetividad muchas veces nos daremos cuenta de lo irreales y de lo absurdos que son en su mayoría.  LA VIDA ES PERFECTA EN SI MISMA y sólo cuando uno mira desde la óptica de esa perfección y la SIENTE, es cuando comprende la irrealidad del deseo y el sufrimiento a que éste conduce, porque EL AMOR está DENTRO y no fuera.  

En realidad, tampoco es del todo culpa nuestra, hemos crecido en una sociedad de deseo y reproducimos patrones adquiridos. Examina sino cuántas veces le decimos a nuestros hijos:  "te quiero tal como eres, eres un ser humano perfecto que está en construcción y vas a elegir libremente tu vida";  en vez de "tu vas a ser como fulanito el deportista, o el actor, o el político, o el ...." o bien "tú tienes que estudiar para tener un buen puesto de trabajo que es aquel en el que se gana mucho dinero con poco esfuerzo" (y que debe de salir de premio en un Poskitos)  y cómo proyectamos nuestros propios deseos en nuestros hijos. Y este comportamiento compulsivo y obsesivo lo reproducimos en nuestra pareja, en nuestros amigos, en nuestros vecinos, en nuestro trabajo, en nuestra casa, en el coche, ...

 Pero, tan malo como lo anterior, es lo poco que nos decimos a nosotros mismos:  "te quiero tal como eres, eres un ser humano perfecto que está en construcción y puedes elegir libremente tu vida" Y por ello, tienes derecho a equivocarte y a enfadarte y a volver a empezar.

La salud y nuestra interpretación de la salud es también una expresión del Amor, de nuestra armonía interna, del respeto que sentimos por nosotros mismos.

Quieres una terapia:  Mírate a los ojos en un espejo, profundamente, como si te vieras por primera vez y dí en voz alta:  TE AMO.  Repítelo tantas veces como puedas, hasta que llegues a sentirlo.  Vas a descubrir que no es fácil, pero si practicas verás cómo el sufrimiento y la enfermedad retroceden y dejan paso a la salud y a la alegría.

Recuerda   ¡TE AMO!

lunes, 10 de enero de 2011

El efecto terapéutico de la Vida

La Vida es perfecta, sabia, omnisciente, poderosa.  La Energía Vital Universal es como un flujo imparable que penetra en cada célula, en cada molécula, en cada átomo.  Los seres humanos somos parte de ese flujo de Vida y al revés, ese flujo vital es nuestra parte más íntima. 

Con esto quiero decir que todo lo que aliente la Vida en nosotros nos aporta ese flujo vital y estimula la Vida en nosotros:  el amor y todo lo que lo exprese, los besos, los abrazos, las caricias,... la alegría de vivir, la risa, la creación, el arte,...  Todo aquello que fomente lo bueno que hay en nosotros nos sana. 

La salud y la forma de reestablecerla forman parte de nosotros mismos:  Amar nos sana;  reir nos sana;  bailar nos sana; oir música nos sana;  abrazar a alguien con cariño, nos sana;  tocarnos, besar, comer, respirar profundamente, movernos, expresarnos artísticamente, disfrutar de la belleza, meditar...  Vivir intensamente nos sana. 

Las personas no somos únicamente un cuerpo físico, tenemos un cuerpo emocional, un cuerpo mental y un cuerpo espiritual.  Cuando nuestros cuerpos están en armonía estamos sanos.  Cuando alguno de estos cuerpos se desequilibra, enfermamos.  Nuestros cuerpos no son independientes entre sí, sino que dependen unos de otros, están absolútamente interconectados:  si dañamos uno, dañamos al resto, si sanamos uno, ayudamos al que el resto se sane.

Nos han educado para saber qué nos sienta bien físicamente y qué nos sienta mal:  la comida, la respiración, la higiene, el sueño, el deporte, los buenos y los malos hábitos.  Nadie duda hoy día de que las emociones tienen efectos físiológicos, del poder de la sugestión y de la realidad de las enfermedades psicosomáticas, tanto para bien como para mal.  Es un hecho que la realidad física de lo que comemos, bebemos, respiramos, oímos, tocamos,... también afecta a nuestra forma de sentir y de sentirnos.  Y qué decir de los efectos que en nuestro físico y en nuestra forma de pensar producen el estrés, la ansiedad, la tristeza, la depresión.  Y si hay algo que dirige toda esta orquesta es nuestra mente:  "Lo que piensas se manifiesta" (Hermes Trimegisto) y nadie duda de lo que es capaz el poder mental y la voluntad.

El gran olvidado y no por ello menos importante, es nuestro cuerpo espiritual.  Quizá porque es el más sutil de nuestros cuerpos, el que los penetra a todos y el que da sentido a la Vida misma.  La persona que entiende que es algo más que un cuerpo físico, que unas emociones, que una mente pensante, realmente SABE qué es una persona y qué es la Vida.  Porque es nuestro espíritu el que da sentido a todo lo demás, el que da sentido a la Vida:

Somos VIDA en acción, energía en movimiento, que ni se crea ni se destruye, sólo se transforma y ese es el "KI" de la cuestión.

¡Que sean inmensamente felices!